martes, 18 de julio de 2017

Hoy charlamos con... JUAN MANUEL SÁNCHEZ MORENO

Compaginando su carrera docente con la investigación literaria, la traducción y la literatura, Juan Manuel Sánchez Moreno —JM en las redes sociales— participa regularmente en las antologías de Playa de Ákaba, especialmente la Generación Subway, además de gestionar un blog de relatos cortos, juanmanuelsanchezmoreno.blogspot.com, donde se forjó el volumen El corrido de Washington Jaramillo, un compendio que reúne la integral del personaje, los cuentos breves más señalados y los microrrelatos de mayor impacto. Y lo demás son cuentos. En enero de 2017 apareció su segunda novela, Luces que parpadean.



1. ¿Cuándo supo que quería ser escritor? Siempre quise escribir y siempre lo hice, pero ser escritor de manera decidida fue un chispazo que brotó, como la inspiración, en un momento en que lo que leía y lo que escribía trataban de parecerse.

2. ¿Por qué cree que apenas se lee? ¿Cómo se podría incentivar a los lectores? Creo que mucha gente lee poco y poca gente lee mucho, y así se compensa. En mi entorno, adultos y jóvenes leen mucho y bien, con criterio. El incentivo es evidente, ya que no se debe obligar a leer sino invitar a descubrir la lectura.

3. ¿Qué lee un escritor como usted? De todo, sobre todo prosa narrativa realista. Mis autores de referencia son Mendoza, Marsé, Maupassant, Nothomb,… Y los cienetos de microrrelatistas con los que me codeo.

4. ¿Qué libro le gustaría haber escrito, pero no llegó a tiempo? Sin duda, Le Petit Prince, pero se me adelantaron.

5. Desde su punto de vista, ¿qué carencias tiene la literatura contemporánea? Además de los cambios en el mundo editorial, la literatura hoy en día está invadida por historias grandilocuentes sin mucho fondo, de autores que escriben en cadena, de escritores venidos de los medios televisivos y de otras disciplinas no necesariamente literarias… Pero hay muchas cosas buenas para quienes tenemos un gusto definido.

6. ¿Recuerda lo más difícil que ha tenido que narrar? Sin duda, la dedicatoria de mi novela Luces que parpadean, porque se dirigía a una amiga fallecida. Necesitaba honrar su memoria sin sentimentalismos pero con fuerza.

7. ¿Resultó difícil encontrar una editorial que aceptara sus propuestas? Al principio ni me planteé la idea de buscar editorial, ya que busqué la edición en Internet. Cuando descubrí Playa de Ákaba, casi todo vino rodado, pero tal vez fue un golpe de azar.

8. Háblenos de su último trabajo: Luces que parpadean. Es mi segunda novela, y es una declaración de intenciones sobre mi estilo: prosa narrativa realista con una variante impresionista en lo referido al eje espacio-tiempo. Es una historia de la dicotomía entre la ciencia y el arte, entre un sabio filántropo y un autor de éxito que se unen gracias a la idea común de hacer el bien, el primero dando electricidad gratuita y sin hilos a toda la Humanidad, y el segundo redimiéndose de sus agravios antes de su muerte. Ambos son héroes, porque no se rinden. El resto es un retrato de la vida literaria de finales del siglo XIX.

9. ¿Qué significa para usted la literatura? La literatura, como el arte en general, es lo que quedará de nosotros en este mundo, es como la inmortalidad. Por eso, cada cual a su escala, busca la vida eterna escribiendo o leyendo.

10. ¿Se ha planteado hacer otra cosa que no sea escribir? Sí, muchas cosas, aunque con mayor o menor éxito. La cocina, la traducción, los blogs de viajes,… Me gusta pensar que, salvando las distancias, soy un hombre del Renacimiento, un espíritu inquieto.

Muchas gracias por su participación en el blog cultural El invierno de las letras. Le deseamos éxito en su trayectoria literaria.

Gracias a ustedes.

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